GP Contable
Este departamento le ofrece una total cobertura de las necesidades que se le presenten en materia de:
- tributos, buscamos la menor tributación posible dentro del marco legal vigente y, en especial, advertirle con antelación sobre la carga impositiva esperada permitiendo así planificar su pago.
- relaciones con las Administraciones Públicas.
- planificación de su contabilidad de modo que conozca los resultados de la gestión diaria de su empresa y de las estrategias a largo plazo adoptadas.
Este es, sin ninguna duda, uno de los más valiosos instrumentos en manos del empresario para analizar en cada momento la situación exacta de la empresa. Estos datos, las Cuentas Anuales, son depositados por las sociedades en el Registro Mercantil para su consulta por aquellas personas que puedan tener interés en su examen: bancos, proveedores, clientes, etc. Su carácter público, además de la misión primordial de reflejar el resultado de la gestión empresarial y, no lo olvidemos, servir de base al cálculo del Impuesto sobre sociedades, implican la necesidad de que estos datos ofrezcan la imagen fiel de su empresa y sean elaborados con el máximo celo profesional.
- auditoría de empresas, tanto las que se realizan por imperativo legal como las que los socios desean voluntariamente. También realizamos revisiones limitadas de ciertas áreas de su empresa.
- planificación fiscal y reestructuración empresarial. Con mucha frecuencia los empresarios participan en distintas sociedades sin tener en cuenta la conveniencia de mantener un esquema preestablecido que aporte todas las ventajas de las llamadas “sociedades patrimoniales”.
- asesoría financiera. Tanto en el ámbito de la empresa como en el de sus socios personas físicas, es fundamental no permitir que ningún excedente de tesorería quede improductivo. Estos excedentes pueden tener forma de “punta de tesorería” (importes disponibles actualmente pero que serán necesarios en breve) o de ahorro puro. Nuestro Despacho colabora exclusivamente con la entidad financiera que introdujo los fondos de inversión en nuestro país en 1.978, fecha en la que prácticamente nadie conocía estos ahora populares productos. La diferencia entre una gestión óptima de estos recursos financieros o los procedimientos tristemente habituales en muchas empresas suelen representar cifras cuantiosas.